Entre tantos acontecimiento en el año 95, hubo uno que
cambiaría para siempre la forma de acceder a la informática por parte del gran
público. Fue
el 24 de agosto de 1995, fecha escogida por Microsoft (de aquella aún dirigida por
un prometedor Bill Gates, a la postre el hombre más rico del mundo) para lanzar
Windows 95, el
primer sistema operativo que fue adoptado masivamente y que permitió a millones
de personas acceder a la informática personal en un entorno más sencillo y
comprensible.
Hasta ese momento, no había ningún sistema
operativo que hubiera conseguido consolidarse como una referencia clara ni
que hubiera atraído el interés de los más reticentes a dar el salto a la era
digital.
El 24 de agosto de 1995 es una fecha que marca un antes y un después en
el mundo de la computación, pues ese día Microsoft lanzó oficialmente Windows
95.
Si bien es cierto que Windows 3.1
no fue más que un torpe intento por emular las interfaces gráficas de Apple,
Windows 95 representó un verdadero salto innovador que, acompañado de una
enorme una campaña de marketing, abrió el camino para que Bill Gates y compañía se convirtieran en los amos del mercado de
PCs.
El sistema operativo significó el cambio definitivo de MS-DOS a un entorno
gráfico, además sirvió para dar forma a varias de las funciones y
conceptos que hoy son piezas vertebrales del ecosistema Windows. Pero no sólo
eso: Windows 95 también se convirtió en
parte de la cultura popular.
Para celebrar sus 20 años de historia, aquí enumeramos algunas de
las cosas por las que Windows 95
tendrá un lugar especial en nuestro corazón. ¿Ustedes llegaron a usarlo?
1. El
menú de inicio
El famoso botón de inicio es sin duda uno de los sellos que caracterizan
a Windows. Su función en Windows 95 era simple pero muy útil: tener un
menú desde el cual se pudiera a acceder a cualquiera de las aplicaciones
instaladas. Ahora este menú se ha convertido en algo tan básico, que su
desaparición en Windows 8 provocó el
descontento de millones de usuarios. Tanto, que Microsoft se vio prácticamente
obligada a regresar el botón de inicio en el nuevo Windows 10.
2. La barra de tareas
Otra de las cosas sin las
que no entenderíamos la interfaz de Windows como lo hacemos ahora. En Windows
3.1 todas las aplicaciones abiertas se mostraban en pantalla, por
lo que la llegada de la barra de tareas ayudó a que el usuario pudiera tener un
mejor control de las ventanas, que aparecían en forma de
pequeños recuadros en la parte inferior de la pantalla. Además, se tenía un
apartado en el lado derecho (junto al reloj) para notificaciones de software
que corría en segundo plano.
3. Internet Explorer
Junto con Windows 95, Microsoft
también había trabajado en dejar listo el terreno para el lanzamiento de Internet
Explorer. El
navegador no estuvo disponible en la primera versión del sistema operativo,
pero fue incluido en versiones posteriores. Internet Explorer era gratuito, lo
que le sirvió para competir con Netscape, que en ese entonces era la
herramienta más utilizada para navegar en la todavía incipiente web. El resto
es historia: Internet Explorer ganó la batalla y se convirtió en el navegador
más usado en todo el mundo, hasta que sus fallidas actualizaciones terminaron
por convertirlo en algo obsoleto.
4. El mítico sonido de
arranque
Todo aquel que haya usado
Windows 95 alguna vez en su vida, sentirá escalofríos al volver a escuchar el
sonido con el que arrancaba el sistema (ahora conocido como The
Microsoft Sound). Y no es para menos. Su creador es ni más ni menos
que la leyenda de la música ambiental Brian Eno,
quien en 1994 fue contactado por Microsoft para crear un sonido de apenas seis
segundos, que se escucharía cada vez que el usuario encendiera el equipo.
Irónicamente, Eno confesó en una
entrevista haber
escrito la música en una Macintosh, pues dijo que las PCs nunca le han gustado.
5. La campaña de marketing
Bill Gates y compañía decidieron
tiran la casa por la ventana –nunca mejor dicho– para promocionar su sistema
operativo, con un presupuesto de 300 millones de dólaresdestinados
a la publicidad. La ambiciosa estrategia de Microsoft incluyó pagarle 7 millones
de dólares a los Rolling Stones para usar en un anuncio la canción Start
Me Up(en referencia al botón de inicio”), tener un evento de
lanzamiento conducido por Jay Leno, y un comercial de 30 minutos protagonizado
por Jennifer Aniston y Matthew Perry de Friends (¡ay, los noventa!).
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