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27/8/15

5 Aspectos Por Las Que Siempre Recordaremos A Windows 95


Entre tantos acontecimiento en el año 95, hubo uno que cambiaría para siempre la forma de acceder a la informática por parte del gran público. Fue el 24 de agosto de 1995, fecha escogida por Microsoft (de aquella aún dirigida por un prometedor Bill Gates, a la postre el hombre más rico del mundo) para lanzar Windows 95, el primer sistema operativo que fue adoptado masivamente y que permitió a millones de personas acceder a la informática personal en un entorno más sencillo y comprensible.
Hasta ese momento, no había ningún sistema operativo que hubiera conseguido consolidarse como una referencia clara ni que hubiera atraído el interés de los más reticentes a dar el salto a la era digital. 
El 24 de agosto de 1995 es una fecha que marca un antes y un después en el mundo de la computación, pues ese día Microsoft lanzó oficialmente Windows 95.
Si bien es cierto que Windows 3.1 no fue más que un torpe intento por emular las interfaces gráficas de Apple, Windows 95 representó un verdadero salto innovador que, acompañado de una enorme una campaña de marketing, abrió el camino para que Bill Gates y compañía se convirtieran en los amos del mercado de PCs.
El sistema operativo significó el cambio definitivo de MS-DOS a un entorno gráfico, además sirvió para dar forma a varias de las funciones y conceptos que hoy son piezas vertebrales del ecosistema Windows. Pero no sólo eso: Windows 95 también se convirtió en parte de la cultura popular.
Para celebrar sus 20 años de historia, aquí enumeramos algunas de las cosas por las que Windows 95 tendrá un lugar especial en nuestro corazón. ¿Ustedes llegaron a usarlo?
1. El menú de inicio
El famoso botón de inicio es sin duda uno de los sellos que caracterizan a Windows. Su función en Windows 95 era simple pero muy útil: tener un menú desde el cual se pudiera a acceder a cualquiera de las aplicaciones instaladas. Ahora este menú se ha convertido en algo tan básico, que su desaparición en Windows 8 provocó el descontento de millones de usuarios. Tanto, que Microsoft se vio prácticamente obligada a regresar el botón de inicio en el nuevo Windows 10.

2. La barra de tareas


Otra de las cosas sin las que no entenderíamos la interfaz de Windows como lo hacemos ahora. En Windows 3.1 todas las aplicaciones abiertas se mostraban en pantalla, por lo que la llegada de la barra de tareas ayudó a que el usuario pudiera tener un mejor control de las ventanas, que aparecían en forma de pequeños recuadros en la parte inferior de la pantalla. Además, se tenía un apartado en el lado derecho (junto al reloj) para notificaciones de software que corría en segundo plano.

3. Internet Explorer

 

Junto con Windows 95, Microsoft también había trabajado en dejar listo el terreno para el lanzamiento de Internet Explorer. El navegador no estuvo disponible en la primera versión del sistema operativo, pero fue incluido en versiones posteriores. Internet Explorer era gratuito, lo que le sirvió para competir con Netscape, que en ese entonces era la herramienta más utilizada para navegar en la todavía incipiente web. El resto es historia: Internet Explorer ganó la batalla y se convirtió en el navegador más usado en todo el mundo, hasta que sus fallidas actualizaciones terminaron por convertirlo en algo obsoleto.
4. El mítico sonido de arranque

Todo aquel que haya usado Windows 95 alguna vez en su vida, sentirá escalofríos al volver a escuchar el sonido con el que arrancaba el sistema (ahora conocido como The Microsoft Sound). Y no es para menos. Su creador es ni más ni menos que la leyenda de la música ambiental Brian Eno, quien en 1994 fue contactado por Microsoft para crear un sonido de apenas seis segundos, que se escucharía cada vez que el usuario encendiera el equipo. Irónicamente, Eno confesó en una entrevista haber escrito la música en una Macintosh, pues dijo que las PCs nunca le han gustado.

5. La campaña de marketing

 

Bill Gates y compañía decidieron tiran la casa por la ventana –nunca mejor dicho– para promocionar su sistema operativo, con un presupuesto de 300 millones de dólaresdestinados a la publicidad. La ambiciosa estrategia de Microsoft incluyó pagarle 7 millones de dólares a los Rolling Stones para usar en un anuncio la canción Start Me Up(en referencia al botón de inicio”), tener un evento de lanzamiento conducido por Jay Leno, y un comercial de 30 minutos protagonizado por Jennifer Aniston y Matthew Perry de Friends (¡ay, los noventa!).

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